
Delitos de Sangre
Magaly les tráe las historias más conmovedoras de crímenes de la vida real. Aquí todos somos una familia, y juntos aprénderemos a protegernos y observar señales de peligro y a manternernos fuera de él. Estare hablando de historias que han ocurrido alredor del mundo, siempre guardando mucho respeto a las víctimas.
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Delitos de Sangre
JUSTICIA PARA JUNIOR: EL CASO QUE CONMOCIONO AL BRONX
La historia de Lesandro "Junior" Guzmán Feliz rompe el alma incluso a quienes están acostumbrados a ver lo peor de la humanidad. Este adolescente dominicano de apenas 15 años soñaba con convertirse en detective del NYPD cuando una confusión fatal con pandilleros cambió todo la noche del 20 de junio de 2018.
Exploramos cada detalle de esta tragedia que sacudió al Bronx y unió a millones bajo el grito de "Justice for Junior". Conocerás quién era realmente este joven noble y familiar, cómo una simple salida para prestarle $5 a un amigo terminó en un ataque brutal por miembros de Los Trinitarios, y el desgarrador momento captado en video cuando, herido mortalmente, caminó solo hasta un hospital cercano donde falleció minutos después.
El caso expuso mucho más que la violencia pandillera: reveló la indiferencia social, el miedo paralizante y las fallas sistémicas que permitieron que un inocente muriera a pasos de recibir ayuda. Pero también desencadenó una respuesta sin precedentes. Las autoridades, presionadas por la indignación pública, lograron capturar y condenar a 14 responsables con sentencias que incluyeron cadena perpetua.
El legado de Junior transformó su comunidad: se crearon zonas seguras en bodegas locales, se estableció Camp Junior para alejar a jóvenes de las pandillas, y su nombre quedó inmortalizado en murales que recuerdan su sueño de proteger a otros. A través de testimonios desgarradores, incluidos los de su madre Leandra Feliz, comprenderás por qué esta historia sigue resonando años después y cómo un adolescente que solo quería hacer el bien logró, incluso en la muerte, unir a toda una ciudad por una causa justa.
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Hay casos que te rompen por dentro, aunque tú estés acostumbrada a ver lo peor, que, no importa cuánta coraza tú tengas, se te mete en el pecho y no se van, y este este fue uno de esos. ¿recuerdan cuando, en el 2018, comenzó a circular un video desgarrador de un adolescente en Nueva York pidiendo ayuda en una bodega. Ese joven era Alessandro Guzmán Feliz, mejor conocido como Junior. Tenía solo 15 años, soñaba con ser policía y nunca imaginó que una confusión con pandillas le arrebataría la vida de la forma más cruel. Lo que pasó con Junior no solo destapó la violencia de las calles, sino también la indiferencia, el miedo y hasta la falta de humanidad en algunos lugares, pero también unió a millones bajo un mismo grito Justice for Junior. Esta historia es bastante larga, así que pónganse cómodos, cafecito en mano, porque hoy vamos a repasar cada detalle de esta historia, lo bueno, lo malo y lo doloroso.
Speaker 1:Esta es la historia de Alessandro Junior Guzmán Feliz. Hola, mi gente, bienvenidos a su canal. Delitos de Sangre. Yo soy Magaly. Gracias por acompañarme durante este nuevo episodio. Como siempre, te invito a que hagas parte de esta familia, te suscribas al canal, me dejes un comentario, un like o me compartas, para que esta historia de delitos de sangre llegue a más personas, más personas.
Speaker 1:Lesandro Guzmán Feliz, mejor conocido por todos como Junior, nació el 11 de noviembre de 2002 en Nueva York. Creció como cualquier adolescente de barrio un hogar sencillo pero lleno de amor, rodeado de amigos, familia y sueños grandes. Junior fue criado en el barrio de Belmont, en el Bronx. Si no conoces esa parte del Bronx, te cuento que es un vecindario que mezcla lo bueno y lo difícil. Hay familias trabajadoras, mucha comunidad latina, sobre todo dominicanos, pero también hay esquinas que uno aprende a evitar Y Junior creció justo en ese contraste.
Speaker 1:Sus padres, leandra Feliz y Lisandro Guzmán, emigraron desde la República Dominicana a los Estados Unidos, buscando lo que tanto buscamos una vida más estable con oportunidades para nuestros hijos. Junior tenía una relación muy especial con su papá, lisandro, un hombre presente, tranquilo, que se desvivía por él. Ellos salían juntos, iban al parque y siempre hablaban de todo un poco. Tenía una hermana mayor llamada Genesis y un hermano llamado Manny, y si algo dejaba claro su familia es que Junior era el más noble de los tres, el más cariñoso, el más tierno, un muchacho que no peleaba con nadie. Su mamá, leandra Feliz, era y es su mayor defensora. Junior era bien apegado a su mamá.
Speaker 1:Para Alejandra Junior era su bebé. Lo veía como su mejor amigo Decía, y cito Junior era mi sombra. Donde yo iba, él iba. Él no tenía novia, ni se pasaba en la calle, no le gustaba meterse en problemas. Era un nene bueno con sueños grandes, alegre, tímido, respetuoso, muy educado. El hijo que no daba dolores de cabeza, que simplemente estaba en el lugar equivocado. Y al que confundieron con alguien más, aunque ella tenía 15 años, para ella seguía siendo ese niño que soñaba con un futuro mejor. Y aquí me identifico mucho Como madre. Uno nunca deja ver a sus hijos como niños, aunque crezcan.
Speaker 1:Ese amor incondicional se nota en cada palabra que Leandra dijo después de la tragedia. Junior era el tipo de muchacho que te ayudaba con las bolsas del supermercado aunque no te conociera, que se ofrecía cargarle la mochila a alguien que se veía cansado. Tenía el corazón donde iba y por eso la gente lo quería mucho. Le encantaba el béisbol, era fanático de los yankees y, como buen hijo dominicano, también amaba el mangú, el arroz moro y los domingos en familia. En la escuela era un estudiante promedio pero dedicado. No era de los que sacaban 100 en todo, pero sí era responsable, entregaba sus trabajos, llegaba a tiempo y siempre andaba con su bulto en la espalda y su uniforme bien puesto. Estudiaba en el Dr Richard Isquierdo Health and Science Charter School, una escuela charter con enfoque en ciencias de la salud en el mismo Bronx.
Speaker 1:Sus maestros decían que era callado pero atento y y cuando hablaba era para hacer un comentario que todos terminaban recordando. Sus compañeros de escuela lo describían como tranquilo, respetuoso, pícaro, buena gente, chistoso, un poquito reservado, pero con un corazón noble. Cuando uno escucha testimonios así, uno siente esa contradicción. ¿cómo un joven con tantos sueños puede terminar envuelto en algo tan trágico?
Speaker 1:Desde niño Junior decía que su sueño era ser policía, pero no cualquier policía. Él quería ser detective. ¿sabes por qué? Porque él quería proteger su gente, quería hacer justicia. Decía que iba a atrapar a los malos, que no quería que más inocentes salieran lastimados. A esa edad muchos quieren ser astronautas, béisbolistas, influencers, pero Junior estaba claro quería entrar al NYPD. Y no era un cuento.
Speaker 1:Lo tomó tan en serio que se unió al programa de exploradores del NYPD, un grupo para jóvenes que quieren ser policías. Se ponía su uniforme azul con orgullo, participaba en actividades con la policía, en simulacros, en eventos comunitarios. Era disciplinado Y hasta en las fotos se le ve así, como el pecho inflado, como si ya se creyera detective. Y cuando uno piensa en eso, es imposible no sentir un nudo en la garganta. Un muchacho que quería proteger a otros terminó siendo desprotegido en el momento que más necesitaba ayuda.
Speaker 1:Junior vivía con su familia en un vecindario del Bronx donde, como pasa en muchas comunidades latinas, había unión pero también había peligros. En las esquinas se respiraba la presencia de las pandillas, de esas que reclutan, que intimidan y que se meten en la vida de cualquiera. Y no era que vivieran una burbuja, ¿no? Junior sabía que había pandillas en su barrio, sabía que había violencia, pero él quería ser diferente. Y eso hace lo que pasó después aún más absurdo e injusto, porque en junio de 2018 todo cambió.
Speaker 1:Una noche, junior salió de su casa sin imaginar que la violencia de las calles lo iba a marcar a él y a su familia para siempre. Pero antes de seguir mi gente, quiero decir algo importante, y lo digo con todo el respeto del mundo. Yo no voy a entrar en detalles sobre quiénes son o de dónde vienen los trinitarios. Eso es un tema aparte, profundo, peligroso incluso, y yo no estoy aquí para meterme con nadie. Seguramente muchos de ustedes saben más de eso que yo Y, honestamente, yo estoy aquí para contarles la historia de Junior.
Speaker 1:Ahora bien, sí, he visto que hay diferentes versiones flotando por ahí, que si Junior era pandillero, que si no lo era, que si tenía amigos en la calle, que si fue una confusión, que si había algo más. Yo les voy a decir lo que pude conseguir de fuentes noticiosas confiables, de reportes oficiales, de lo que fue público durante el juicio Yo no era pandillero. Las autoridades dijeron que no, pero también hay que ser honestos. Cuando uno vive en un barrio donde otros jóvenes están metidos en algo, es imposible a veces que uno no conozca o se cruce con gente de ese mundo. A veces ni los propios padres sabemos lo que nuestros hijos hacen cuando salen a la calle, porque estamos ocupados, porque estamos trabajando, y eso no nos hace culpables de nada. Y digo nos porque, para que sepan a mi hija misma, me metió un muchachito a mí en mi casa mientras yo estaba en mi propia casa durmiendo, pero eso es otro tema para otro día. Estaba en mi propia casa durmiendo, pero eso es otro tema para otro día. Lo que sí sabemos, sin ninguna duda, es que lo que le hicieron a Junior fue cruel, injusto y que fue totalmente desproporcionado. Así que, más allá de rumores o comentarios callejeros, yo les traigo esta historia desde el respeto, con datos que existen y con el corazón de madre, hermana, amiga, porque este caso, seamos honestos, nos dolió a todos.
Speaker 1:La noche del 20 de junio de 2018, junior estaba en su casa, tranquilo, jugando videojuegos como cualquier adolescente de 15 años, igual como lo hacía siempre. No estaba festejando en la calle, no estaba jangueando, pero alrededor de las 10 de la noche, junior recibió un mensaje de un amigo que necesitaba que le prestara 5 dólares. Algo simple, cotidiano, normal Y, como él era así solidario, agarró 10 dólares de la cartera de su mamá, agarró su celular y salió de su casa con la idea de ayudar al amigo Y le dijo a la madre ya vengo, y como cualquier madre lo haría. Leandra le dijo que no se tardara porque ya era bastante tarde, pero ese fue el momento, el último momento que Leandra vio a su hijo Junior, a su bebé con vida, porque lo que Junior no sabía era que allá afuera lo estaba esperando la confusión y la muerte. Junior salió de su apartamento y caminó por las calles del Bronx sin sospechar que unos minutos después iba a toparse con la violencia más cruel.
Speaker 1:Al mismo tiempo que Junior salió de su apartamento, en el barrio se movía un grupo de jóvenes miembros de la pandilla Los Trinitarios, con células en distintas partes del Bronx, y esa noche andaban buscando a un rival. Ahora quiero que tengan en cuenta que en unos momentos les voy a mostrar el video del ataque. Este es un video fuerte, doloroso y puede ser muy perturbador para muchos. Mientras Junior caminaba por la calle 183 Este, cerca de Bathgate Avenue, unos carros sospechosos empezaron a seguirlo Y en esos carros iban varios miembros de esta pandilla, los Trinitarios.
Speaker 1:Y cuando vieron a Junior caminando por allí, con su pelo rizado, su complexión delgada, pensaron que era él el rival a quien ellos estaban buscando. Y eso fue todo lo que necesitaban para irse detrás de él. Junior se dio cuenta que lo estaban siguiendo, sintió el peligro y salió corriendo. Corrió por varias cuadras, desesperado, buscando dónde meterse, dónde esconderse. Llega hasta una bodega que él conocía porque había entrado a comprar ahí antes. Ahí entró jadeando nervioso y se escondió detrás del mostrador, como si el mostrador fuera una trinchera, como si ahí pudiera salvarse. Y aquí me detengo un segundo, porque al ver estas imágenes uno siente la desesperación, ese instinto de supervivencia de un niño que sabe que lo persiguen como si fuera una presa.
Speaker 1:Las cámaras de seguridad lo captaron todo. Muestran la escena que todavía no solo estremece mi gente, sino que te rompe el corazón en mil pedazos. En los videos se ve a Junior suplicándole al bodeguero que lo dejara quedarse escondido. Pero el hombre, confundido y asustado, no sabía qué era lo que estaba pasando. Algunos dicen que trató de sacarlo, otros que simplemente no supo qué hacer, pero no hizo nada para protegerlo.
Speaker 1:Segundos después, los pandilleros entran a la tienda, uno detrás del otro, encuentran a Junior escondido y ahí mismo lo agarran. Junior intentó resistirse, se aferró al mostrador. Se le ve forcejeando, como si supiera que saliendo por esa puerta no había vuelta atrás, pero entre varios lo arrastraron fuera a la fuerza, lo sacaron a la acera y ahí fue donde empezó la pesadilla real. Ya, en la acera, justo frente a la bodega, junior estaba rodeado. Al menos ocho hombres Lo esperaban afuera con cuchillos, navajas y machetes. Él trataba de defenderse, se movía, gritaba, decía que no era él, que se habían confundido, que él no estaba en ninguna ganga. Pero ellos estaban decididos Y, sin pensarlo, empezaron a cortarlo. Le dieron con fuerza, con rabia. Uno de ellos, que traía puesta una camiseta blanca, le metió una apuñalada certera en el cuello. Otros dos lo rodearon y le dieron por la espalda, puñaladas sin dirección, sin compasión.
Speaker 1:El video muestra a Junior tratando de cubrir de 30 segundos, pero suficiente para dejarlo mortalmente herido. Pero en ese momento nadie lo ayudó, nadie gritó y nadie intervino. Y cuando ya lo vieron caer, cuando notaron que ya no podía ni levantarse, se fueron corriendo Así como si nada. Se montaron en los carros y desaparecieron. Esa violencia tan desproporcionada contra un muchacho indefenso es lo que convirtió este caso en un símbolo del horror pandillero. Y aquí viene uno de los momentos más desgarradores, que quedó grabado en el video y marcó a millones, incluyéndome a mí misma. Junior, aún vivo, herido, desesperado, se tocó el cuello estaba lleno de sangre, se levantó como pudo, entra nuevamente a la bodega buscando auxilio, pero nadie lo ayuda. Junior intenta alcanzar una servilleta o papel en el mostrador. Hay mucha confusión dentro evitar pensar ¿Y si alguien lo hubiese asistido en ese momento y se lo hubieran ayudado a contener la hemorragia? Como paramédica? yo lo pienso una y otra vez.
Speaker 1:Junior tenía cortes profundos en el cuello, con compresión inmediata y traslado rápido. Tal vez, solo tal vez, habría tenido una oportunidad. Aquí los segundos valían oro, presión directa. Llamara al 911. Lo digo con cariño, mi gente, la gente entra en shock. No todos saben qué hacer. Pero en esos segundos Junior estaba solo.
Speaker 1:Sabía que tenía que llegar al hospital y con todo el dolor del mundo, con todo el miedo y la adrenalina, empezó a correr. Una cuadra, luego otra, dejó un rastro de sangre por la acera como si estuviera marcando su despedida. Pero ya no podía más Y a solo una cuadra del Hospital St Barnabas se desplomó. Cayó al lado de un poste frente a una caseta de seguridad, se agarraba el cuello y miraba a su alrededor. Algunas personas que pasaban por ahí los reconocieron.
Speaker 1:Otros simplemente se detuvieron al ver la sangre. Otro le sostenía el cuello con una toalla tratando de hacer presión en la herida. Otra señora, temblando, empezó a gritar por favor, alguien llama al hospital, está vivo todavía. Y aunque el hospital estaba ahí mismo, nadie salió, no había personal afuera, nadie sabía que, a solo pasos de la entrada de emergencia, un niño de 15 años estaba perdiendo la vida. Tuvieron que llamar a la ambulancia desde la calle alrededor, con ojos abiertos, tratando de respirar, tratando de aguantar, pero la sangre no paraba. La ambulancia llegó en minutos, pero cada segundo era vital Y aunque lo montaron rápido y le dieron atención de inmediato, ya la pérdida de sangre era demasiada Y Junior murió antes de llegar al hospital, después de luchar con todo lo que tenía.
Speaker 1:Lo más triste de todo es que el hospital estaba ahí mismo, a pasos. Lo pudo haber alcanzado, se pudo haber salvado, pero no hubo quien lo ayudara a tiempo. No hubo nadie que saliera a la calle, nadie del hospital se asomó. Y ese detalle, esa impotencia, es lo que más le duele a su mamá. Porque Junior hizo todo bien corrió, buscó ayuda, luchó y aún así nadie lo pudo salvar. Cuando Junior llegó al hospital ya era demasiado tarde. El informe médico confirmó lo que el video ya nos había hecho sospechar tenía heridas por todo el cuerpo el cuerpo En el costado derecho, varias en el torso, en los brazos, como si tratara de defenderse, y una herida profunda en la parte baja de la espalda, posiblemente del machete.
Speaker 1:Le contaron al menos cinco. En algunas fuentes escuché cinco, otras siete cortes de cuchillo y un machetazo grande. Pero hubo una que fue la más devastadora Junior recibió una apuñalada en el cuello. Esa fue la que le cortó una arteria importante, la arteria carótida, y por eso perdió tanta sangre tan rápido. Esa laceración, justo en la parte izquierda del cuerpo, fue el golpe que selló su destino. Y aún, con todo y eso encima de él, junior corrió.
Speaker 1:El cuerpo de Junior mostraba señales claras de lucha. Él no se quedó quieto esperando. Él peleó, él luchó, él corrió, él suplicó, pero no hubo manera. Los doctores declararon que, aunque hubiese caminado al hospital, las posibilidades de salvarlo eran casi imposibles por la cantidad de sangre que perdió y la gravedad del corte en el cuello. Pero igual, uno no puede evitar pensar si alguien hubiera puesto presión más rápido, si lo hubieran auxiliado en la bodega, si hubiese entrado al hospital directo. Era un niño, un niño con el cuello abierto, y nadie pudo salvarlo.
Speaker 1:El video del ataque y de Junior tambaleando en busca de ayuda se difundió en cuestión de horas. Primero fueron los vecinos del Bronx, quienes compartieron los clips en Facebook y WhatsApp, y de ahí la noticia explotó en todos los medios nacionales e internacionales y la indignación fue inmediata. La comunidad del Bronx y personas de todo el mundo no podían creer lo que habían presenciado. Mi gente. Ese video rompió corazones y encendió la rabia colectiva Un niño de 15 años, sin afiliaciones a pandilla, asesinado brutalmente en plena calle.
Speaker 1:El hashtag Justice for Junior, creado por Cardi B, se volvió viral en cuestión de horas. Celebridades como la misma Cardi B y Rihanna expresaron su apoyo y exigieron justicia. Vecinos, amigos, desconocidos todos se unieron en un clamor de justicia. En redes sociales, miles compartían la sonrisa de Junior fotos de su uniforme, del programa juvenil de la policía y recordaban que él soñaba proteger a los demás. Queremos justicia, repetían. Y esta vez esa presión social fue tan fuerte que las autoridades no pudieron ignorarla.
Speaker 1:La familia de Junior, especialmente su madre Leandra, se convirtió en símbolo de lucha. Ella, con una fuerza que nos conmovió a todos, decía, y cito yo no quiero venganza, quiero justicia para mi hijo. Y esa frase retumbaba en cada noticiero, en cada marcha, en cada post. Aquí hago una parte, porque cuando uno ve a una madre pararse frente a cámaras llorando pero con firmeza, uno se pregunta ¿de dónde sacan esa fuerza? Como madre, yo sé que el dolor nunca se va, pero esa fuerza que muestran es lo que mueve montañas, lo que obliga a que se hagan cambios.
Speaker 1:La presión no era solo emocional. La presión no era solo emocional. Políticos, celebridades y hasta el NYPD publicaron mensajes. El caso de Junior se volvió un espejo incómodo de lo que pasa cuando la violencia de pandillas se cruza con la indiferencia social. Cardi B, oriunda del Bronx, donó $8,000 a la familia de Junior.
Speaker 1:El jugador de la NBA Carmelo Anthony y su esposa Lala Anthony llegaron a visitar a la madre de Junior y asistieron a la vigilia organizada frente a la bodega donde ocurrió el ataque, la comunidad se unió en vigilias marchas y homenajes. La esquina donde ocurrió el ataque fue transformada en un memorial lleno de flores, velas y mensajes de amor. Las cámaras de televisión se instalaron día y noche frente a la escena Y algo que pocas veces pasa mi gente, la comunidad latina, afroamericana y hasta los medios anglosajones se unieron en un mismo dolor. La iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmelo acogió el funeral de Junior, al que asistieron miles de personas. Muchos llevaban camisetas de los Yankees, el equipo favorito de Junior. En su honor, el Departamento de Policía de Nueva York también rindió homenajes a Junior. Establecieron una beca en su nombre para jóvenes interesados en carreras policiales, perpetuando su sueño de convertirse en detective. Pero tras el asesinato de Junior, la presión pública era inmensa. La Policía de Nueva York no podía quedarse atrás. En menos de 48 horas, el NYPD ya había conformado un equipo especial para dar con los responsables. La comunidad lo exigía, las redes lo gritaban y la evidencia estaba ahí en los videos de seguridad y los testigos del bloque.
Speaker 1:Los primeros avances llegaron gracias a las cámaras de vigilancia, ya que varias mostraban la persecución, el ataque y hasta los autos que usaron los pandilleros para moverse. Esa noche Cada imagen fue analizada cuadro por cuadro. Pandilla Los Trinitarios y esa noche, según se reveló después, buscaban a un rival de otra facción, pero confundieron a Junior con él, un error fatal. La policía recibió tips anónimos y llamadas de la misma comunidad vecinos que habían visto a los muchachos, antes familiares que sospechaban, hasta usuarios en redes sociales que identificaban rostros. Era como si todos hubieran vuelto detectives.
Speaker 1:El primer sospechoso detenido fue Kevin Álvarez, de 19 años, quien fue arrestado el 22 de junio de 2018, apenas dos días después del crimen. Poco después cayeron otros nombres Elvin García, de 23 años, manuel Rivera, de 18 años, denny Fernández, de 21 años, antonio Rodríguez Hernández, santiago, de 24 años, y la lista seguía creciendo. La mayoría eran jóvenes, algunos apenas mayores de edad, todos vinculados a la misma facción de los trinitarios. Pero el NYPD no se detuvo. Con la ayuda del FBI y la coordinación interestatal, comenzaron a rastrear a los prófugos. Varias detenciones se hicieron en Nueva York y hasta en Pensilvania. Hubo allanamientos, persecuciones y cada captura era anunciada casi en vivo, con la prensa esperando afuera de las comisarías.
Speaker 1:Al final, 14 personas fueron acusadas formalmente por el asesinato de Junior, un número impresionante que demostraba que no había sido un ataque aislado, sino una emboscada planeada. Las pruebas claves fueron los videos de la bodega que mostraban, a cada uno participando, el testimonio de Kevin Álvarez, quien detalló quiénes eran, cómo se organizaron y qué hicieron esa noche los vehículos incautados, ya que algunos autos que utilizaron para moverse quedaron registrados en cámaras y fueron rastreados los mensajes y la llamada entre los participantes, porque los investigadores recuperaron comunicaciones que confirmaban que salieron a buscar a alguien esa noche. Lo más doloroso, mi gente, que todo apuntaba que confundieron a Junior con otro joven, es decir, él no era el objetivo, no tenía cuentas pendientes ni estaba metido en pandillas. Fue un error que costó una vida inocente. Y aquí hago un paréntesis Como madre. Eso es la parte que más me parte a mí, saber que todo fue por equivocación, una maldita confusión, mi gente, Que un niño que lo único que quería era ayudar a un amigo con cinco pesos, maldita confusión, mi gente, que un niño que lo único que quería era ayudar a un amigo con cinco pesos terminó en medio de un maldito error. Uno no puede evitar preguntarse qué clase de mundo es este, donde una confusión le cuesta la vida a tu hijo? Cada captura era celebrada en las vigilias como una pequeña victoria. La madre decía esto no me lo devuelve, pero que por lo menos paguen todos por lo que hicieron. Los vecinos también exigían justicia para los empleados de la bodega que no ayudaron a Junior cuando lo necesitaba. No-transcript, intentando separar casos y una comunidad que no quitaba los ojos de cada titular. La familia de Junior, especialmente su madre Leandra, estuvo presente en casi cada sesión, con fotos de su hijo, con camisetas que llevaban su cara y con un dolor que se le notaba en cada palabra. La Fiscalía del Bronx armó un caso sólido. Mostró los videos de la bodega, presentó los testimonios de testigos vecinos y, sobre todo, de Kevin Álvarez, el primer detenido, porque él se convirtió en testigo colaborador. Él explicó paso a paso cómo esa noche salieron en grupo arm buscando a un supuesto rival. Contó cómo rodearon a Junior, cómo lo sacaron de la bodega y cómo lo atacaron. Álvarez, que aceptó su responsabilidad y negoció a cambio de una condena menor, se convirtió en la pieza clave para poner a los demás contra la pared, demás contra la pared.
Speaker 1:En el juicio principal celebrado en 2019, cinco de los miembros de los trinitarios enfrentaron cargos de asesinato en primer grado John Icke Martínez Estrella, identificado como quien dio la puñalada fatal en el cuello. Elvin García, manuel Rivera, antonio Rodríguez Hernández, santiago Denny Fernández. Todos enfrentaban cargos que podrían significar cadena perpetua. Durante el juicio, el jurado tuvo que ver el video completo del ataque. La familia de Junior estaba ahí presente y su madre no pudo contener las lágrimas, y muchos en la sala tampoco. Fue un momento devastador, pero necesario para mostrar la brutalidad de lo que hicieron. Ya que me imagino estar en esa sala, honestamente, no sé cómo una madre aguantaría ver esas imágenes. Es una tortura emocional, pero se mantuvo presente por su hijo porque ella quería que el jurado sintiera lo mismo que ella sintió el horror de esos segundos.
Speaker 1:El 14 de junio de 2019, el jurado declaró a los cinco participantes principales acusados culpables de asesinato en primer grado y en segundo grado, entre otros cargos, y las sentencias llegaron poco después. Chonaiki Martínez Estrellas recibió cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. Los demás García Rivera, Rodríguez, hernández, santiago y Fernández recibieron condenas de 25 años a cadena perpetua. Años después, en 2022, se celebraron otros juicios para los acusados restantes. En total, 14 pandilleros fueron condenados con penas que iban desde más de 10 años hasta cadena perpetua. Cada sentencia fue recibida con aplausos, lágrimas y gritos Justice for Junior. En la sala, su madre, con la voz quebrada, dijo nadie me devuelve a mi hijo, pero hoy siento que se hizo justicia. Los jueces fueron claros lo que hicieron los acusados fue bárbaro, inhumano y no había justificación posible.
Speaker 1:Este caso, además, fue un mensaje fuerte contra las pandillas de Nueva York. Pero aunque los pandilleros fueron condenados, la comunidad nunca olvidó la actuación de la bodega donde Junior buscó ayuda. Hubo protestas pidiendo su cierre. Los dueños dijeron que actuaron por miedo, que temían por su vida, pero para muchos esa excusa no borraba lo que se vio en cámara Un niño suplicando ayuda y siendo empujado hacia la muerte. Esto abrió un debate nacional sobre la responsabilidad de los comercios, sobre la falta de entrenamiento en emergencias y sobre lo que haríamos cualquiera de nosotros en una situación así.
Speaker 1:Con las condenas, el caso de Junior entraba a la historia de Nueva York como uno de los casos más impactantes y dolorosos. Pero su historia no terminó ahí. Lo que vino después fue un legado que buscaba transformar el dolor en algo que ayudara a otros jóvenes a no correr con la misma suerte. Cuando el caso judicial terminó y las condenas se hicieron oficiales, la herida en el Bronx seguía abierta. Esa herida todavía está abierta. Mi gente, esa herida la siento yo, y no vivo en el Bronx. Cada vez que yo me pongo a ver ese video, la verdad que es tan y tan difícil, es tan triste la impotencia que uno siente que el ver todo lo que pasó rompe a cualquiera mi gente. Pero junto con el dolor nació también un movimiento que buscaba transformar la tragedia en un legado positivo.
Speaker 1:En honor a Alessandro, la comunidad y su familia impulsaron la creación Camp Junior, un lugar donde niños y niñas de 9 a 13 años del Bronx pueden ser justamente eso niños donde juegan, aprenden, exploran y descubren que el mundo tiene mucho más que violencia, donde los adolescentes pueden crecer lejos de las pandillas. Este centro se convirtió en un símbolo, el lugar que representa lo que Junior no pudo ser, pero también lo que él inspiró. Las paredes del barrio se llenaron de murales con sus rostros. Estoy loca por ir a visitarlo. Uno de los más conocidos muestra a Junior con su uniforme de programa Explorer, sonriendo como todos los recuerdan Cada aniversario de su muerte, vecinos, amigos y desconocidos llegan con velas, globos azules y mensajes de apoyo a su familia. El nombre de Junior se volvió un sinónimo de inocencia arrebatada, pero también de lucha comunitaria. El NYPD usó este caso como ejemplo en programas de prevención y reforzó los Explorer Programs en varios distintos, motivando a más jóvenes a unirse y a seguir el sueño que Junior tenía servir y proteger.
Speaker 1:Leandra Feliz, la madre de Junior, se convirtió en una figura incansable. Apareció en medios, habló en escuelas, participó en marchas y se reunió con líderes para exigir más protección para los jóvenes. Su frase se repite hasta hoy a mi hijo. No me lo devuelven, pero quiero que su muerte signifique algo. Ella tomó su dolor y lo transformó en motor de cambio. Yo sé que ninguna madre debería tener que hacer eso, pero cuando lo hacen, mueven comunidades enteras.
Speaker 1:La historia de Junior traspasó fronteras. En República Dominicana, la tierra de sus padres, también, se hicieron vigilias y homenajes. Para muchos fue un recordatorio de lo que sufren familias migrantes, quienes dejan su país buscando seguridad y a veces encuentran tragedias en el lugar donde esperaban protección. El legado de Junior es un recordatorio frágil de lo que puede ser la vida, de lo rápido que una mala decisión puede cambiar todo y de cómo la comunidad puede unirse cuando el dolor es demasiado grande para cargarlo sola. Pero aunque la mayoría de los acusados fueron condenados y cumplen largas sentencias, la historia de los trinitarios involucrados en el asesinato de Junior no terminó en la corte. Uno de ellos murió mientras cumplía su condena, cerrando su capítulo de una manera inesperada. Según los registros, yonaiki Martínez Estrella, quien fue identificado como quien le dio el golpe fatal a Junior murió mientras cumplía su condena. Lo encontraron sin vida en una prisión de Nueva York el 29 de junio de 2025,.
Speaker 1:Aunque aún no se conoce la causa oficial de su muerte, los reportes indicaron que sufrió problemas médicos que se complicaron, aunque algunos rumores en la prensa y en el mismo barrio sugerían que pudo haber sido un ajuste de cuentas interno en la cárcel. Él había sido condenado originalmente a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad, pero en el 2023 parte de su condena fue anulada por un tribunal de apelaciones que consideró que no había suficiente evidencia para el cargo de asesinato en primer grado. Sin embargo, fue confirmado como culpable de asesinato en segundo grado y resentenciado a 25 años hasta cadena perpetua. Así que, aunque ya no esté con nosotros, eso no cambia lo que hizo ni la justicia que se hizo por Junior. Y aquí hago un pequeño paréntesis En el mundo carcelario, un crimen tan mediático como el de Junior convierte a sus responsables en objetivos.
Speaker 1:Muchos reclusos no toleran este tipo de delitos, sobre todo cuando la víctima era un niño inocente. Por eso no es raro que surjan versiones de que su final no fue tan natural como se informó oficialmente. Y aquí quiero anotar que el hermano de Junior, manny, le concedió una entrevista a Andy Show HD, la que habla del fallecimiento de Joe Nike. Yo no les voy a enseñar la entrevista aquí porque ya esta historia es bastante larga y no quiero que se me asusten cuando vean la duración del video, pero sí les voy a dejar el enlace en la descripción del video para que, si desean, la pueden ver y me dejen saber ustedes qué opinan en los comentarios.
Speaker 1:Pero cuando se conoció la muerte de Jonaiki, hubo una mezcla de reacciones. Algunos lo vieron como un acto de justicia divina, un cierre para alguien que había causado tanto dolor. Otros lo interpretaron como una muestra más de cómo la violencia nunca se detiene, ni siquiera dentro de las prisiones. La madre de Junior, con la dignidad que siempre mostró, dijo algo contundente Dios se encarga de todo. Yo no celebro la muerte de nadie, pero tampoco siento pena por él.
Speaker 2:No me alegro porque ni con su muerte él paga la muerte de mi hijo. Que él esté muerto no me va a quitar a mí mi dolor, no me va a sanar, ni me va a traer a mi hijo para atrás. Pero en su vida él decidió ser ganguero Y él, lo que andaba en la calle, era haciéndole daños a la gente, como a mí, que me dejó destruida, matando a mi hijo inocente de 15 años.
Speaker 1:Tienen dos caminos en su vida Uno es la muerte o quedar preso. La muerte de Yonayki dejó claro que el caso de Junior no solo destruyó a una familia inocente, sino también que arrastró a decenas de jóvenes y adultos a un destino marcado por la cárcel, la violencia y, en algunos casos, la tumba. Un recordatorio brutal de lo que pasa cuando la vida se entrega a las pandillas Al final no hay salida buena. Después de la muerte de Junior, empezaron a circular rumores y aquí les voy a ser clara siempre pasa, siempre hay voces que, en lugar de respetar, inventan. Algunos decían que Junior sí era pandillero, que andaba en cosas raras, que por eso lo confundieron. También escuché un audio en el que creo que es Carmelito, que se llama, asegura que Junior era pandillero, entre otras cosas. Pero vamos a los hechos.
Speaker 1:El NYPD lo desmintió mucho antes de lanzar este audio. Junior no tenía récord criminal, no andaba en ninguna pandilla. La Fiscalía del Bronx lo confirmó. Fue un error de identidad, él no era el objetivo Y su familia lo repitió hasta el cansancio. Junior no era pandillero, quería ser policía. Y no solo lo decían de palabra, había pruebas.
Speaker 1:Entonces, ¿de dónde salió lo de pandillero? De las redes de gente que inventa teorías para justificar lo injustificable. Y lo digo con coraje porque como madre me parece una crueldad perder a un hijo ya es un infierno y encima tener que salir a defender su nombre contra chismes es una tortura adicional. Como paramédica lo pienso así Si tú ves a un paciente en el piso sangrando, tú no te preguntas si era bueno o era malo, si pertenecía a un grupo o no pertenecía a un grupo, tú lo ayudas y punto. Y Junior merecía eso, ayuda. En lugar de eso quedó atrapado entre rumores de la gente que ni lo conocía. Yo siempre digo cuidado con lo que repetimos en las redes. Una mentira se comparte 10 veces más rápido que una verdad Y en casos como este cada palabra pesa. Al final la verdad salió a flote.
Speaker 1:Junior no era un pandillero, era un muchacho bueno, un hijo querido, un hermano protector y un soñador que quería ser policía. Lo demás son excusas que algunos inventan para no mirar de frente lo que pasó, que mataron a un inocente. Y así, mi gente, llegamos al final de la historia de Junior, un caso que nos parte el corazón, que nos enoja y que todavía hoy hace preguntarnos y que todavía hoy hace preguntarnos ¿cómo es posible que un error de identidad, un simple parecido físico termine en una tragedia así de brutal. Como madre, yo no puedo dejar de ponerme los zapatos de Leandra a su mamá. Esa mujer perdió a su hijo de la manera más injusta y aún así se levantó con dignidad, exigiendo justicia en vez de venganza. Esa fuerza me deja sin palabras.
Speaker 1:Como paramédica, no dejo de pensar en los segundos críticos la presión en la herida, la llamada al 911, el traslado. Pienso uno y otra vez¿ Y si alguien hubiera actuado diferente? Podría haber tenido una oportunidad. Pero la vida no nos da rewind, solo nos deja con el aprendizaje. Y como mujer que cuenta estas historias, me queda claro que no solo hablamos de un crimen, sino de todo un sistema.
Speaker 1:Las pandillas, el miedo de los testigos, los rumores en las redes, la indiferencia de algunos Todo eso se juntó en la noche del 20 de junio de 2018 y nos arrebató a Junior. Ahora la justicia ya se dictó. Varios de los responsables cumplen condenas largas y hasta uno de los líderes murió en prisión. Pero el legado de Junior sigue vivo en cada mural, en cada marcha y en cada vez que se repite Justice for Junior. Pero antes de que se me vayan, quiero tocar un poquito el tema de la ambulancia desde la misma entrada del hospital. Y esto es porque en los Estados Unidos los hospitales tienen protocolos, leyes, seguros y regulaciones que dicen que si alguien no entra al hospital por su propia cuenta y no lo traen a la ambulancia, no lo pueden tocar.
Speaker 1:Así de absurdo. Legalmente no eres un paciente hasta que entras por la puerta del hospital. Si estás sangrando en la acera, pueden mirarte, pero no necesariamente actuar. A eso súmale el miedo, la confusión, la burocracia y el caos de esa noche Y ahí tienes una tragedia que, en el fondo, fue más que un crimen, fue también una falla del sistema.
Speaker 1:Yo he tenido casos que, estando ahí mismo, justo frente al hospital, tienen que llamar la ambulancia. Y cuando yo empecé a trabajar en esto, hospitales que tienen un túnel que se puede llevar al paciente para hacerse una prueba, digamos un MRI, tienen que llamar una ambulancia, montar ese paciente en la ambulancia y llevarlo a hacerse el estudio y después traerlo para atrás. Para más decir, cuando yo comencé, yo iba a un hospital que tenía un asilo conectado al mismo hospital, y aún así tenían que llamar la ambulancia. No pueden ellos tocar a nadie porque, como dicen, no son su paciente. Para mí, aunque la ley quiera llamarle a esto, leyes, regulaciones, para mí todo esto es solo otra manera del sistema seguir sacándole jugo a pacientes y a los seguros médicos. Por eso estamos como estamos jodidos. Y ahora vamos rapidito con el bodeguero, porque sé que muchos han hablado sobre el dueño de la bodega, modesto Cruz.
Speaker 1:He visto opiniones divididas y quiero contarte lo que pasó realmente, sin exagerar ni atacar a nadie, cuando Junior entró corriendo a su tienda buscando ayuda, suplicando por su vida. Aunque al principio Modesto dudó, según él mismo, por el miedo y la confusión, terminó dejándolo esconderse detrás del mostrador. Intentó cerrar una puertita para protegerlo, pero todo pasó muy rápido. Los atacantes entraron, arrastraron a Junior y se lo llevaron. Modesto no pudo hacer mucho más. Después, cuando Junior salió herido, fue Modesto quien llamó al 911. Dijo que en ese momento no entendía la magnitud de lo que estaba pasando y que si se hubiera metido, tal vez estaríamos llorando a él también.
Speaker 1:La madre de Modesto, al ver el video, sufrió un ataque al corazón Y él mismo quedó devastado emocionalmente. Se cerró la bodega poco después. No pudo seguir más. Pero también pasó algo positivo En esa misma bodega y otras más se convirtieron en lo que hoy se conoce como safe haven zones lugares con cámaras, botones de pánico, puertas reforzadas, espacios donde ahora, si alguien corre buscando refugio, como junior.
Speaker 1:Sí, pueden actuar de inmediato Y aunque eso no borra lo que pasó, es parte del legado que dejó su caso.
Speaker 1:Y ahora sí, mi gente, díganme ustedes ¿creen que las sentencias que recibieron los acusados fueron suficientes? ¿Qué opinan ustedes del papel del hombre de la bodega de Modesto? ¿Actuaron por miedo o fue una falta de humanidad? Y lo más duro? ¿creen que casos como este se pueden prevenir o estamos condenados a repetirlos mientras existan las pandillas en nuestros barrios?
Speaker 1:Gracias por llegar hasta aquí, mi gente. Si creen que me lo merezco, denle un me gusta, suscríbanse al canal o comenten para yo poder continuar trayéndoles estas historias a ustedes, es gratis para usted y ayudan a que el canal continúe creciendo. Esta historia fue un doozy, como yo digo, de esas que te dejan pensando toda la semana, pero son necesarias, porque contar esta historia mantiene viva la memoria y, sobre todo, nos recuerda que tenemos responsabilidad en nuestra comunidad. Gracias por acompañarme a este viaje al Bronx. Mi respeto y condolencias a la familia de Junior, porque yo sé que esta herida sigue abierta. Junior, que descanse en paz y con los angelitos. Los quiero mucho. Mi gente, cuídense, hagan bien, sin mirar a quién, y nos vemos en el próximo episodio. Justice for Junior, bye.