Delitos de Sangre

RUBIROSA ERA RUBIROSA

Magaly Rivera

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Speaker 1:

Hola, mi gente, bienvenidos nuevamente a Delitos de Sangre. Esta es la segunda parte de la historia de Rubirosa. Discúlpenme que tuve que dividirla en dos, pero es que mi gente, este hombre tiene tanta historia que se me hizo muy larga, así que ya nos vamos, seguimos, ¿ok. En 1945, ya con la guerra casi terminando, rubirosa se emboscaba en su auto y tiroteado, cerca de París. Recibió un disparo muy cerca del riñón y fue gravemente herido Y llevado al hospital que, para el colmo, no tenía ni un cirujano disponible. Y estuvo al borde de la muerte por varios días Y mientras algunos pensaban que era por una represalia por sus vínculos con Daruk, otros aseguraban que fue un ajuste de cuentas por sus negocios turbios. Los primeros informes enviados a la República Dominicana decían que había fallecido, pero, como si fuera de película, rubirosa sobrevivió. Sin embargo, el matrimonio con Daniel no Se separaron poco después del atentado a la. La relación ya no aguantó más, ni la sospecha, ni los celos, ni la guerra Y Rubirosa, como siempre, volvió al ruedo Libre, elegante, herido, pero con más fama que nunca. Ahora era el sobreviviente de una guerra, el diplomático herido, el Casanova con cicatriz, y eso solo alimentaba su leyenda. Porque si hasta ahora Rubirosa había vivido como un seductor de élites. A partir de aquí sería el símbolo internacional del hombre caribeño que seduce, sobrevive y nunca se queda sin una salida, sobrevive y nunca se queda sin una salida.

Speaker 1:

Después del atentado en París y la separación de Daniel Darius, Porfirio Rubirosa volvió a lo suyo, a moverse con gracia entre el lujo, las mujeres ricas y los trajes a la medida. Pero esta vez había algo diferente en él. Ya no era el joven playboy exótico, ahora era un hombre que caminaba con el misterio de quien ha vivido demasiado y aún no había terminado. Y así, en medio de esa aura casi mitológica, llegó Doris Duke, la heredera del imperio Duke Energy y American Tobacco, la dueña de una fortuna tan grande que ni ella sabía cuánto dinero tenía. La excéntrica dominante con fama de devorar hombres emocionalmente y escupirlos financieramente. La llamaban la niña más rica del mundo, pero no era ninguna niña. Era una mujer acostumbrada a comprar lo que quería. Y lo que ella quería era rubir rosa. Lo conoció en una cena diplomática en Roma en 1945, mientras él ejercía funciones oficiosas por la República Dominicana Él imagínense, impecable Y ella deslumbrada.

Speaker 1:

Desde el principio fue una transacción emocional con cláusulas no escritas. Ella quería un hombre que supiera moverse con clase, que le gustara la intimidad, el polo, los lujos y las apariencias, y él necesitaba estabilidad y las apariencias. Y él necesitaba estabilidad, financiamiento y una compañera que no la aburriera. Y sí, ambos sabían exactamente lo que estaban haciendo. El cortejo fue breve pero explosivo, y cuando Doris decidió que Rubirosa sería suyo, fue directamente al grano.

Speaker 1:

Se dice que, en una habitación de hotel en París, doris Duke y Danielle Darux, la esposa francesa de Ruby en ese momento, discutieron el precio del divorcio. Danielle habría pedido un millón de dólares para soltar a este tigre y lo soltó. Ruby Rosa, entre sorprendido y fascinado, aceptó casarse con Doris sin una ceremonia mayor emocional. La boda se programó para el primero de septiembre de 1947 en París, pero el día de la boda, cuando ya todo estaba listo, el traje, la flor y los invitados, dos agentes del Departamento de Estado de los Estados Unidos llegaron con un sobre manila en la mano, y dentro había un acuerdo prenuncial. Y no era una sugerencia. Mi gente, era una orden Rubirosa.

Speaker 1:

Temían que, al casarse con Doris, tuviera acceso a infraestructura estratégica, incluyendo plantas eléctricas vinculadas a bases militares, además de que lo veían un hombre con conexiones sospechosas como vínculos con Trujillo, la Habana, con la mafia europea y con un pasado turbio que ni el FBI había podido descifrar completo A Ruby Rosa. Le tembló un poco el ego, pero no la mano. Firmó. Luego se bajó media botella de licor de café y fue a la ceremonia con una sonrisa como si nada hubiera pasado. Y entonces mi gente comenzó uno de los matrimonios más estrambóticos de la alta sociedad internacional. Doris Duke, en un intento por mantener a Ruby Rosa contento y ocupado, le hizo regalos de bodas que parecían salidos de una novela de fantasía. Escuchen esto Un bombardero B-25 modificado como jet privado, un castillo de tres pisos en las afueras de París, una colección de autos Ferraris y Rolls Royce, un establo completo de ponis de polo, medio millón de dólares en efectivo y gastos ilimitados.

Speaker 1:

Con su nombre, una columna de chismes resumió así esa relación. Doris Duke no compró un esposo, compró una tormenta tropical de corbata. Pero el dinero no compraba fidelidad Y Ruby Rosa seguía siendo. Ruby Rosa Volvió a ver a viejas amantes, a escaparse los fines de semana, a apostar, a correr autos y a aparecer en clubes nocturnos con mujeres de apellido inventado Doris.

Speaker 1:

Aunque al principio se hacía la vista larga, terminó explotando. Lo confrontaba, lo humillaba en cenas, le mandó detectives. Incluso sufrió un colapso nervioso en 1948 e intentó terminar con su vida tras una discusión con él. Pero la gota que derramó el vaso fue cuando Doris lo descubrió en la cama con su exesposa, flor de Oro Trujillo, asimismo, mi gente, la hija del dictador.

Speaker 1:

El matrimonio terminó poco después, un matrimonio que duró menos de dos años, pero dejó cicatrices que durarían décadas Y una lista de obsequios que harían temblar a cualquier contador. Casar Y Rubirosa, como era de esperarse, evitó casarse por un buen tiempo. Él mismo escribió años después estaba soltero y era muy feliz antes de conocer a Doris. Luego me casé y me volví millonario pero aburrido. Pero si alguien pensaba que, después de perder a Doris, ruby Rosa iba a caer, estaba muy equivocado. Porque en cuanto salió de ese matrimonio, otra heredera le hizo una llamada, Barbara Hutton, la heredera de las farmacias Woolworth, y ella no llamó para preguntar cómo estaba. Llamó para decirle ¿te casaste con Doris? Pues ahora me toca a mí.

Speaker 1:

Y después de divorciarse de Doris, duke, ruby Rosa estaba sin empleo, diplomático, sin esposa, pero más famoso que nunca en su vida. Los titulares no lo soltaban y su reputación como el Casanova del Caribe solo seguía creciendo. Se decía que era imposible competir con él, no por belleza ni por poder, simplemente porque Ruby Rosa sabía cómo mirar a una mujer como si fuera la única del mundo y hacer que se le bajaran los panties, aunque no pensara quedarse hasta el desayuno. Y fue en ese momento, cuando parecía que Ruby necesitaba un nuevo impulso económico, que sonó el teléfono en su apartamento parisino. Del otro lado estaba esta mujer, la Barbara Hutton, considerada una de las mujeres más ricas de los Estados Unidos después de Doris Duke. Pero mientras Doris era fuerte, temperamental y mandona, barbara era otra cosa Era inestable, sola, vacía y enamoradiza. Y Ruby Rosa, que no era hombre de dejar pasar una oportunidad, le contestó lo único que una mujer así quería oír Ponle tú la fecha.

Speaker 1:

Barbara ya había estado casada múltiples veces, con un príncipe, con un conde y con un actor. Su vida estaba plagada de escándalos, clínicas de desintoxicación, colapsos emocionales y malas decisiones. Y ahora quería a Ruby Rosa, no como amante, sino como esposo, como un trofeo. Ese matrimonio se celebró en diciembre de 1953, en una ceremonia breve y sobria, casi como si supieran que eso no iba a durar. Y no, no duró. Pero mientras duró, rubirosa se forró.

Speaker 1:

Los regalitos de Barbara fueron descomunales, mi gente Un avión privado modelo B-25 modificado, un cheque por un millón de dólares, una plantación de café en América Central, ponis caballos, trajes italianos a la medida y acceso total a cuentas bancarias en Suiza, nueva York y París. Un columnista, con una ironía cruel, calculó que Bárbara pagó el equivalente de 66 mil dólares a diario por cada día que estuvo casada con Ruby Rosa, porque ese matrimonio solo duró 53 días y no porque ella se cansara. Fue Ruby Rosa quien dijo basta, él mismo que había tolerado a Trujillo, a Doris Duke y a medio mundo de celosas. ¿por qué? Porque Bárbara era un caos con patas. Pasaba días leyendo en la cama bajo efectos de sustancia calmante, sin hablar y sin tocarlos. Cuando estaba consciente, se ponía paranoica, lo acusaba de querer su fortuna, le lloraba y después se olvidaba de todo lo que había dicho.

Speaker 1:

Rubirosa, que vivía del movimiento, del peligro de los coqueteos a medianoche, no aguantó el aburrimiento emocional y se fue de la casa. Cuando volvió, pidió el divorcio. Luego dijo estaba soltero y era feliz. Me casé con Bárbara y me sentí que me estaban embalsamando en vida. Pero eso sí, no devolvió ni uno de los regalos, ni el avión que ahora tenía dos, ni el café, ni el cheque. Y Barbara, quien quedó humillada, tampoco lo pidió Porque, a pesar de todo, todavía lo quería Y porque, por un breve momento, se sintió deseada por el hombre que todas querían, por el hombre que todas querían.

Speaker 1:

Tras el divorcio, rubirosa salió más rico, más famoso, más libre una vez más, y regresó a lo que era suyo. Como ya no dejo de mencionar mi gente, el polo, las mujeres, autos de lujo, fiestas en St Tropez, escapadas a La Habana. Y en medio de todo eso una nueva figura apareció en su vida, una actriz jovencita francesa con la cara de una muñeca y una inocencia que, según él, le devolvió un poco de fe en el amor Y con ella Rubirosa viviría su último gran romance. Último gran romance. Pero no te confundas, porque antes de casarse con Odile, rubirosa tenía una lista de amantes, escándalos y encargos diplomáticos bastante oscuros que resolver. Después del escándalo con Barbara Hutton, porfirio volvió a hacer lo que sabía, pero esta vez ya el mundo estaba cambiando. Ya no era la era dorada de los grandes herederos americanos. Ahora había revueltas, espías, guerras frías y revoluciones que olían a pólvora. Y Rubirosa, por supuesto, no se quedó afuera.

Speaker 1:

En 1954, mientras volaba entre Saint-Tropez y París, conoció a Odile Rodin, una actriz francesa de solo 20 años, 20 años menor que él, tenía el rostro de una muñeca de porcelana y una figura de pasarela, una personalidad tranquila, dulce, distinta a todo lo que él había vivido Por primera vez en su vida, rubirosa dijo que quería dejar la velocidad y vivir con calma. Pero claro, eso le duró poco. Se casaron en 1956 en una ceremonia discreta y Rubirosa parecía estar comprometido. Incluso vendió algunos de sus caballos y prometió portarse bien. Pero mientras tanto mantenía negocios turbios con militares latinoamericanos, seguía vinculado informalmente al servicio diplomático de Trujillo, quien todavía lo utilizaba como enlace discreto en Europa y el Caribe, y lo más grave fue que empezó a moverse en círculos que olían a guerra.

Speaker 1:

En 1957, rubirosa comenzó a hacer visitas frecuentes a Cuba, justo en los últimos años de la dictadura de Fulgencio Batista. Y no iba como turista, iba con conexiones, con maletines y con acceso a los círculos más altos del poder. Rubirosa no solo era amigo de personal de Batista, sino que también mantenía vínculos con comerciantes de armas, prestamistas, empresarios y famosos que dominaban la isla. Dominaban la isla, Se le vio, en el Hotel Nacional en la Tropicana y en clubes de juego donde los estadounidenses lavaban millones de dólares con total impunidad. Pero lo más delicado es que Ruby Rosa habría servido como intermediario en ventas de armas entre empresarios europeos y regímenes latinoamericanos, incluyendo el de Batista y posiblemente el de Trujillo. Esto no era una acusación cualquiera.

Speaker 1:

Un informe de inteligencia estadounidense, años después, desclasificado, lo menciona como asset de alto perfil con conexiones entre París, la Habana y Ciudad Trujillo. Y la CIA ya lo tenía en la mira, no porque fuera un espía formal, sino porque sabía demasiado. Hablaba con todos y nunca afirmaba nada. Rubirosa era el tipo de personaje que, en plena Guerra Fría, podía estar cenando con un agente soviético en París, bebiendo champán con un coronel de Batista en La Habana y al día siguiente entregando un mensaje verbal al gobierno de Trujillo en la Dominicana. Y todo con una sonrisa, sin dejar huellas, sin dar explicaciones. Aunque el matrimonio con Odile Roden comenzó con ternura, la calma duró poco porque Rubirosa no podía dejar su estilo de vida. Odile al principio fue bien paciente, pero empezó a notar que compartía marido con media Europa. Lo acompañó en viajes, incluso lo apoyó en su papel diplomático porque aún hacía funciones honoríficas en Francia y Suiza. Pero finalmente se rindió.

Speaker 1:

Se separaron en 1962, aunque nunca se divorciaron legalmente. Odile se mudó a México y Rubirosa se volvió un nómada del exceso. Ya en sus últimos años, rubirosa era más leyenda que hombre, pero no dejó de vivir como si el reloj no existiera. Pero no dejó de vivir como si el reloj no existiera. Jugaba polo como si tuviera 25 años, manejaba autos deportivos a 200 kilómetros por hora. Se le vio con actrices como Eva Gardner, veronica Lake, kim Novak, marilyn Monroe y Sasa Gabor. Nadie lo confirmaba, pero tampoco lo negaban En el mundo mundo del espectáculo. Ya, casi es lo mismo que admitirlo. Era invitado a las fiestas privadas de Aristóteles Onassis, del Shah de Irán y de medio Hollywood. No-transcript.

Speaker 1:

El 5 de julio de 1965, tras celebrar toda la noche con su equipo de polo que había ganado un torneo en París, estaba feliz. Era una de esas noches que les recordaban sus mejores años. Rubirosa se subió a su Ferrari 250 GT y, según va la historia, iba tomado, eufórico y sin frenos, chocó contra un árbol a toda velocidad donde perdió su vida al instante, a los 56 años. El mundo lo despidió como lo que fue un mito, un enigma y un hombre que vivió demasiado y nunca pidió perdón por ello. Vivió demasiado y nunca pidió perdón por ello.

Speaker 1:

Porfirio Rubirosa murió en 1965, pero su historia nunca se fue, porque Rubirosa no solo fue un diplomático, ni solo un Casanova, ni solo un hombre de lujos. Fue un símbolo de una era que ya no existe la era del jet set, la de los romances por conveniencia, la de los espías sin bandera, las fiestas privadas con presidentes y artistas y los secretos enterrados en copas de champán. Y sí, también, fue el hombre cuya virilidad se convirtió en mito. No podemos hablar de su legado sin mencionar el rumor más famoso, que Rubirosa tenía una parte privada de 33 centímetros, tres tres, tanto que en París los camareros comenzaron a llamar al molino de pimienta largo en los restaurantes un Rubirosa. Y ese apodo todavía se usa hoy, un símbolo de virilidad, poder y misterio. Y si es cierto, quién sabe? Pero como todo en su vida, la exageración se volvió parte de su marca En la cultura pop.

Speaker 1:

Rubirosa ha sido inspiración directa o indirecta para James Bond. Ian Flame lo conoció en Europa y admitió que Ruby fue modelo para el personaje, el personaje de Julian Bravo, en novelas, referencias en películas, libros y canciones de reggaetón, si hasta Don Omar lo menciona. Exhibiciones en museos de París y Santo Domingo, documentales, libros y ensayos sobre el último gran playboy del siglo XX. ¿y qué nos deja Ruby Rosa?

Speaker 1:

Una historia que mezcla poder, deseo política y peligro. Un hombre que jugó en la cancha de los grandes sin perder su acento caribeño. Un hombre que vivió sin pedir disculpas y que murió como vivió rápido, elegante, con el mundo mirándolo. Pero mi gente? como era de esperarse, existen rumores, teorías y sospechas de que la muerte de Porfirio Rubirosa pudo no haber sido simple accidente. La versión oficial es bastante simple Rubirosa se fue de fiesta en París, celebró, se montó en su carro, tuvo un accidente y nunca llegó.

Speaker 1:

Dicen que fue un choque, dicen que estaba embriagado. Pero hay cosas que no cuadran, cosas que han hecho que por décadas la pregunta sigue en el aire ¿Rubirosa murió o lo mataron? Porque este no era cualquier hombre. Era un testigo viviente de todo lo que la alta diplomacia, el poder sucio y el Caribe del siglo XX querían esconder. Estaba en el radar de la CIA En sus últimos años.

Speaker 1:

Rubirosa tenía vínculos confirmados con Trujillo, con Batista, empresarios de armas, mafias de París y La Habana. Y lo peor para sus enemigos es que nunca escribió nada. Todo lo sabía de memoria y hablaba con todos. Rubirosa era una bomba de relojería con corbata de seda, pero ese choque fue a las cuatro y media de la mañana en Boys de Belong, un lugar casi vacío. A esa hora, rubirosa era un piloto experimentado, amante de la velocidad, que conocía perfectamente la zona.

Speaker 1:

El vehículo fue removido bastante rápido y no se hizo una autopsia completa pública. Algunos testigos dijeron que esa noche rubirosa estaba más serio que de costumbre, como si presintiera algo. Y sin embargo ese Ferrari, el mismo que dominaba a alta velocidad en campeonatos, terminó estrellado contra un árbol. No hubo testigos, no hubo cámaras y lo más raro es que no hubo una investigación profunda. El caso se cerró en cuestión de días. ¿por qué? ¿Piensan que pudo haber sido, no un accidente? Porque se había alejado del poder y estaba vulnerable?

Speaker 1:

Después de la muerte de Trujillo en 1961, rubirosa perdió su protección política y los rumores más fuertes fueron que fue asesinado por órdenes de alguien vinculados a la CIA. Lo eliminaron porque sabía demasiado de sus operaciones sucias entre América Latina y Europa. Otros dicen que tenía enemigos dentro de la mafia cubana exiliada que lo veían como traidor por negociar con Batista hasta el final. Incluso, hay quien asegura que recibió amenazas días antes del incidente. Lo cierto es que Rubirosa ya no era intocable. Estaba solo sin trujillo, sin poder, sin país y con demasiados secretos en la lengua¿.

Speaker 1:

Cómo un hombre tan hábil, tan precavido, tan acostumbrado al peligro simplemente pierde el control de su Ferrari? O, como dicen algunos en voz baja, rubirosa murió el día que supieron que no podían comprar su silencio. Era un hombre que sabía demasiado y no tenía la altar firme a ningún país. Algunos creen que su estilo de vida, lejos de protegerlo, lo convirtió en una amenaza sofisticada que había que neutralizar. Ya, no era diplomático activo. Sus enemigos eran más visibles y sus aliados estaban cayendo uno por uno. Batista estaba exiliado, trujillo había muerto, la CIA reorganizando el Caribe y Rubirosa era un archivo viviente de secretos sucios.

Speaker 1:

¿y si alguien quiso asegurarse de que esos secretos murieran con él? Porque Rubirosa había mencionado sentirse observado? Una frase que salió en boca de alegados días antes de su muerte fue que sentía que lo estaban siguiendo. No dio nombres, no dijo por qué, pero dejó de ir a ciertos lugares, rechazó reuniones diplomáticas y bajó su perfil político de manera abrupta. No hay pruebas oficiales de que haya sido un asesinato, pero si alguien como Ruby Rosa hubiese sabido demasiado, estado solo, sin aliados y con acceso a múltiples secretos de la élite del siglo XX, no habría sido un objetivo tentador desaparecer en un accidente.

Speaker 1:

Porque mientras unos lo acusan de oportunista, otros lo ven como visionario, como un hombre que entendió el juego del poder, del lujo, del amor y la diplomacia, y lo jugó mejor que nadie. Y ahora, con el tiempo y la distancia, podemos mirar su historia con otros ojos. Fue el producto de su época, fue víctima de su propio magnetismo. Fue un hombre con virtudes, defectos y contradicciones, pero también fue alguien que, sin tener una pizca de complejos, le mostró al mundo de qué estaban hechos los dominicanos. Lubirosa vivió con intensidad, murió con estilo y dejó un eco que aún resuena. Y quizás eso es lo que todos buscamos vivir una vida que, aunque termine, todavía tenga algo que decir. No, hasta aquí le llego, mi gente, con la historia de Rubirosa.

Speaker 1:

Gracias por acompañarme durante esta historia tan fascinante, tan larga, la historia de Porfirio Rubirosa, un hombre que tal vez suena a perfume francés, pero que en realidad guarda una historia tan real como extravagante. Si te gustó este episodio, te invito a que te suscribas. Me dejes un comentario, compartas. A veces cometo errores, mi gente, esta historia era larguísima, con muchísima información. Si dije algo mal, solo corríjame, no información. Si dije algo mal, solo corríjame. No me quieran cortar el cuello. Y los dejo con una pregunta, mi gente ¿Rubirosa fue un genio del carisma o un maestro de la manipulación? ¿Un símbolo de orgullo o de oportunismo? Tú decides. Lo que es indiscutible es que no habrá otro como él. Así que hagan bien, sin mirar a quién. Gracias por acompañarme, mi gente. Los quiero mucho. Teletos de sangre. Bye.

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